viernes, 8 de junio de 2012

LA HISTORIA NI AVANZA NI SE PARA: RETROCEDE


Ray Bradbury no lo vio venir, pero cuando escribió “Farenheit 451 no practicaba la ciencia ficción, si no las artes adivinatorias. Negarse a dar explicaciones sistemáticamente es lo más parecido a quemar papel, que todo lo aguanta. En realidad no estamos tan lejos de una distopía en un país donde ya es posible viajar en el tiempo. Sí, amigos. El pliegue espacio-temporal tan querido por la saga de Star Trek que ya imaginó H.G. Wells en La máquina del tiempo es hoy una realidad. Acompáñenme en este viaje desde el día de hoy hasta el caldo primigenio.

El PP nos ha devuelto a los 90 cargándose de un plumazo algunos logros de la izquierda, tales como la igualdad de género o el aborto; experimentamos un nuevo salto cuántico a la década de los 80, antes de que se sentaron las bases de la educación y la sanidad públicas y gratuitas, inmoladas en bien de no se sabe qué déficit. El último retroceso nos ha abducido a mediados de los 70 para borrar definitivamente la ley de libertad sindical, sin duda principio de todo mal.

¿Hasta qué estado primigenio seguiremos involucionando? Fukuyama auguró el fin de la historia y con él el fin de las ideologías, llegado un punto de no retorno en el bienestar gracias al liberalismo rampante. No estuvo fino el pensador. La historia ni avanza ni se para. Retrocede.

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